Tal y como se preveía, es probable que las bolsas europeas sufran una caída este lunes, ya que los inversores esperan datos estadounidenses importantes que se esperan esta semana y que podrían ofrecer más información sobre la trayectoria de la Reserva Federal. En concreto, se prevé que los datos sobre la inflación de los precios al consumo y al productor en Estados Unidos, los informes de mercado sobre las ventas minoristas, la producción industrial y la confianza de los consumidores sean los principales factores de atención esta semana.
En estos momentos, el mercado prevé entre tres y cuatro recortes de los tipos de interés estadounidenses de un cuarto de punto, con una probabilidad del 75% de que el primero de estos recortes se produzca en junio. En el mercado asiático la respuesta es dispar, con una caída sustancial de casi el 3 por ciento en la media japonesa Nikkei debido a la constante subida del yen frente al dólar gracias al discurso alcista del Banco de Japón.
Por el contrario, el PIB de Japón en el último trimestre fue ligeramente elevado, lo que augura la finalización de los tipos de interés negativos del Banco de Japón en la próxima reunión de la semana que viene. Los mercados de China y Hong Kong subieron tras conocerse que los precios al consumo del país habían aumentado por primera vez en seis meses en febrero, aliviando los temores a que la deflación se arraigue.
Sin embargo, a pesar de que los precios al consumo experimentaron un aumento, los precios al productor siguieron bajando por decimoséptimo mes consecutivo. Mientras la suerte del índice dólar pende de un hilo, el oro alcanzó un nuevo máximo histórico, cotizando por encima de los 2.180 dólares la onza, debido a las predicciones de que los datos de inflación estadounidense del próximo martes ilustrarán un nuevo descenso de los precios subyacentes.
A la espera de los informes de la OPEP y la AIE de esta semana, que podrían arrojar luz sobre las perspectivas de la demanda, los precios del petróleo también registraron una tendencia mínimamente bajista en las operaciones asiáticas. El mercado bursátil estadounidense sufrió un revés el pasado viernes, influido por las ambiguas señales que ofrecieron los datos laborales de febrero sobre las perspectivas económicas y de tipos.
A pesar de que la creación de empleo superó las expectativas, la revisión al alza de la tasa de paro hasta el 3,9%, unida a la ralentización del crecimiento salarial y a los importantes ajustes a la baja del crecimiento del empleo del mes anterior, fueron motivos de preocupación. En febrero se registró un aumento inesperado de 275.000 puestos de trabajo en las nóminas no agrícolas, frente a la previsión de los economistas de un incremento de 200.000 empleos.
Las cifras anteriores de diciembre y enero se revisaron a la baja en un total de 167.000 puestos de trabajo. El Nasdaq Composite, dependiente de los valores tecnológicos, sufrió un retroceso del 1,2%, seguido del S&P 500 y el Dow, marcados por un descenso del 0,7% y el 0,2% respectivamente. Los valores europeos también mostraron respuestas variadas el pasado viernes, a pesar de que el PIB de la Eurozona se mantuvo sin cambios a finales de 2023.
El STOXX 600, predominante en Europa, terminó al alza, mientras que el DAX alemán y el FTSE 100 británico registraron una caída del 0,2 y el 0,4 por ciento, respectivamente. Por el contrario, el CAC 40 francés registró una subida del 0,2%.