Según las últimas cifras publicadas por el Banco de Japón, el principal indicador de inflación de la institución financiera central se desaceleró en febrero más de lo previsto.
La tasa de inflación subyacente de la institución, calculada utilizando una media recortada, cayó al 2,3% desde el 2,6% registrado anteriormente en enero y diciembre. Los economistas habían previsto una modesta reducción hasta el 2,5%.
La última tasa registrada es la más baja desde septiembre de 2022, cuando se registró un 2,0%. El Departamento de Investigación y Estadística del banco suele publicar esta información dos días laborables después de que se den a conocer los datos oficiales del Índice de Precios al Consumo (IPC).
De acuerdo con los datos oficiales publicados el viernes anterior, la tasa de inflación subyacente, que descuenta los precios de los alimentos frescos, subió drásticamente hasta el 2,8% en febrero, desde el 2,0% de enero.
La tasa de inflación general coincidió con ésta, registrando un 2,8%, lo que supone un aumento respecto al 2,2% del mes anterior. Sin embargo, los precios al consumo se mantuvieron en la misma línea que el mes anterior.