Los informes preliminares del Instituto Nacional de Estadística italiano (ISTAT) indican que, si bien la inflación en Italia se aceleró en marzo, lo hizo a un ritmo más lento de lo previsto. Estos datos se dieron a conocer el viernes.
En marzo, los precios al consumo registraron un aumento interanual del 1,3%, frente a un crecimiento del 0,8% en febrero. Sin embargo, esta subida fue ligeramente inferior al aumento previsto del 1,4%. En comparación intermensual, el índice de precios al consumo registró un ligero incremento del 0,1%, frente a una subida prevista del 0,2%.
Si se excluyen los costes de la energía y los alimentos no elaborados, la inflación subyacente aumentó modestamente, del 2,3% al 2,4%. Los datos también pusieron de relieve una ralentización del descenso de los precios de los productos energéticos regulados, que pasaron de una reducción del 13,8% a una caída del 10,3% de los precios de la energía no regulada.
Según el índice armonizado de precios al consumo, marzo registró una tasa de inflación anual del 1,3%, lo que supone un aumento significativo frente a la subida del 0,8% de febrero. No obstante, esta cifra fue inferior a la prevista por los economistas, que preveían un aumento del 1,5%. A escala mensual, el índice armonizado de precios al consumo experimentó un aumento del 1,2%, tras el estancamiento del mes anterior, en el que se especulaba con un aumento del 1,4%.