El lunes, las acciones asiáticas se recuperaron, y el dólar estadounidense, así como el petróleo y el oro, retrocedieron desde sus recientes máximos, gracias a la relajación de las aprensiones por el conflicto de Oriente Próximo. Los inversores muestran un renovado interés por los activos de mayor riesgo después de que Irán restara importancia a los contraataques de Israel en su territorio.
Además, el descenso continuado de los precios del petróleo, impulsado por los temores de desaceleración económica y los indicios de aumento de las reservas en EE.UU., consiguió aliviar la inquietud de los inversores por la inflación y los tipos de interés.
Por el contrario, el índice Shanghai Composite de China cedió sus ganancias iniciales y cerró un 0,67% por debajo, en 3.044,60 puntos. El Banco Popular de China optó por mantener sus tipos preferenciales de los préstamos a 1 y 5 años, lo que provocó la caída de las acciones de vehículos eléctricos debido a la creciente preocupación por los márgenes de beneficio en medio de la escalada de la guerra de precios.
Por otra parte, el Hang Seng de Hong Kong logró subir un 1,77%, hasta los 16.511,69 puntos, impulsado por el anuncio del regulador del mercado chino de facilitar la cotización en Hong Kong de las principales empresas chinas y ampliar el programa de inversión transfronteriza Stock Connect.
Según la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China, la medida pretende reforzar e impulsar la posición de Hong Kong como centro financiero internacional.
En Japón, las acciones locales subieron significativamente mientras el yen seguía debilitándose antes de la revisión de la política del Banco de Japón. El índice Nikkei subió un 1%, hasta 37.438,61 puntos, recuperándose de la caída del 2,66% del viernes, el mayor descenso en más de 18 meses. El índice Topix, más amplio, subió un 1,38% hasta los 2.662,46 puntos, a pesar de la caída de los valores relacionados con los chips.
Las acciones en Seúl también avanzaron, con el Kospi subiendo un 1,45% hasta los 2.629,44 puntos. POSCO Holdings subió un 2,2% tras anunciar medidas de recorte de costes en respuesta a la ralentización de los sectores mundial del acero y las baterías.
Mientras tanto, en Australia, los sectores financiero y minero encabezaron la subida del mercado. A la espera de los datos fundamentales sobre inflación que se publicarán el miércoles, el índice S&P ASX 200 subió un 1,08%, hasta 7.649,20 puntos. El índice All Ordinaries también subió un 1,08% y cerró en 7.902 puntos.
En Nueva Zelanda, el índice de referencia S&P NZX-50 subió un 0,48% y cerró en 11.852,80 puntos.
Mientras tanto, las bolsas estadounidenses tuvieron resultados dispares el viernes. Los valores tecnológicos se vieron afectados por las perspectivas poco satisfactorias de ingresos de Netflix. El índice tecnológico Nasdaq Composite se desplomó un 2,1% y el S&P 500 cayó un 0,9%, lo que supuso su sexta sesión consecutiva a la baja. Sin embargo, el Dow Jones subió un 0,6%, impulsado por los valores financieros y de consumo básico.
