En general, los mercados europeos permanecieron cerrados el miércoles por la festividad del Día del Trabajo. Los mercados de Alaska y Dinamarca, sin embargo, estuvieron abiertos a la negociación, pero mostraron un comportamiento más débil.
El índice británico FTSE 100 concluyó con una caída de 22,89 puntos o un 0,28%, terminando en 8.121,24. En el mismo mercado, organizaciones como JD Sports Fashion, Ashtead Group, Ocado Group, Haleon, Howden Joinery, Whitbread y BP registraron pérdidas que oscilaron entre el 2% y el 3%.
Otras corporaciones como Antofagasta, Melrose Industries, Convatec Group, Shell, M&G, Rolls-Royce Holdings, Frasers Group y Scottish Mortgage también mostraron reducciones significativas. Por el contrario, GSK, Unite Group, DCC, Severn Trent, Tesco, BT Group y Smith (DS) experimentaron ganancias de entre el 1 y el 2%.
Desde el punto de vista económico, las actividades manufactureras del Reino Unido empezaron a decaer a principios del segundo trimestre. La causa fue principalmente la mejora transitoria de la producción y los nuevos pedidos en un mercado caracterizado por la incertidumbre, las interrupciones de la cadena de suministro y la reducción de existencias de los clientes.
Según los resultados de la encuesta, el índice final de gestores de compras de fabricación de S&P Global se desplomó a 49,1 en abril desde el máximo reciente de 50,3 alcanzado en marzo. Curiosamente, este resultado superó la predicción inicial de 48,7.
De los cinco componentes del PMI, cuatro se contrajeron en abril, mientras que sólo los plazos de entrega de los proveedores mostraron una tendencia positiva. Los datos de Nationwide Building Society también mostraron un descenso inesperado de los precios de la vivienda en el Reino Unido durante el mes de abril. Esto ilustra la presión sobre la asequibilidad en un contexto de aumento de los tipos de interés a largo plazo.
Los precios de la vivienda cayeron un 0,4% mensual, tras una reducción del 0,2% en marzo, desafiando la subida prevista del 0,1%. Sobre una base anual, el crecimiento de los precios de la vivienda se desaceleró más de lo previsto, cayendo al 0,6% desde el 1,6% de marzo. Se preveía que los precios subieran un 1,2%.