Qantas Airways ha llegado a un acuerdo de 120 millones de dólares australianos con la Comisión Australiana de Competencia de los Consumidores (ACCC). El acuerdo se produce después de que la aerolínea reconociera que vendió numerosos billetes en 2022 para vuelos que ya habían sido cancelados.
Según los términos del acuerdo, Qantas ha aceptado una multa civil de 100 millones de dólares australianos y compensará además a más de 86.000 clientes con aproximadamente 20 millones de dólares australianos. Estos clientes habían comprado billetes para los vuelos cancelados o habían sido reasignados a ellos tras la cancelación de sus vuelos inicialmente reservados.
Según Qantas, los pasajeros nacionales afectados recibirán 225 dólares australianos cada uno, mientras que los pasajeros internacionales recibirán 450 dólares australianos cada uno. Hay que señalar que estas compensaciones se añaden a las soluciones ofrecidas anteriormente por Qantas, que pueden incluir vuelos alternativos o reembolsos.
El impacto financiero de este programa de compensaciones y sanciones se consignará como gasto en el estado financiero de Qantas correspondiente al ejercicio que finaliza el 30 de junio de 2024.
La ACCC había iniciado una acción ante el Tribunal Federal contra Qantas en agosto de 2023. Afirmaba que Qantas había anunciado billetes para más de 8.000 vuelos cancelados entre el 21 de mayo de 2021 y el 7 de julio de 2022. Además, Qantas supuestamente no notificó con prontitud a los titulares de billetes las cancelaciones de más de 10.000 vuelos cuya salida estaba prevista entre mayo y julio de 2022.
La ACCC también ha revelado que Qantas ha admitido ahora haber continuado con su conducta indebida desde el 21 de mayo de 2021 hasta el 26 de agosto de 2023. Esta conducta indebida afectó a decenas de miles de vuelos cuya salida estaba programada entre el 1 de mayo de 2022 y el 10 de mayo de 2024.