En abril se produjo una ligera expansión de la actividad del sector privado sudafricano, como muestran los últimos datos de S&P Global. Esto se debió a una caída mínima de la producción y de los nuevos pedidos.
El índice de directores de compras, que mide la salud económica, subió a 50,3 en abril, frente a 48,4 en marzo. Las lecturas por debajo de 50,0 sugieren contracción en el sector, mientras que las lecturas por encima de 50 señalan expansión.
Aunque la demanda fue baja y la actividad económica disminuyó, algunas empresas consiguieron aumentar su producción. Ello se debió en gran medida a la disminución de los cortes de electricidad y a un descenso más lento de los nuevos pedidos.
Los nuevos pedidos sólo cayeron ligeramente en abril, un descenso mucho menor en comparación con marzo. La demanda de exportaciones también bajó un poco, sobre todo en varios mercados africanos y economías europeas, incluido el Reino Unido.
Las empresas sudafricanas se vieron impulsadas a ampliar sus plantillas y sus actividades de compra. Esto se debió a los signos de aumento de la demanda y a las esperanzadoras predicciones para los próximos meses.
En cuanto a los costes, en abril se registraron importantes presiones debido a la subida de los precios de la energía y el combustible y al debilitamiento de la moneda. A pesar de ello, las tasas de inflación disminuyeron ligeramente, mientras que la inflación de los precios de venta se aceleró, alcanzando su punto más alto desde octubre del año anterior.
