La inflación de precios al consumidor en el Reino Unido ha caído a su nivel más bajo desde julio de 2021, según datos publicados por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) el miércoles. En abril, los precios al consumidor aumentaron un 2.3% interanual, una desaceleración respecto al incremento del 3.2% observado en marzo. No obstante, esta cifra superó las predicciones de los economistas de un aumento del 2.1%.
La tasa de inflación de abril marca el nivel más débil desde julio de 2021, cuando se situó en el 2.0%.
En una base mensual, el índice de precios al consumidor vio un aumento del 0.3%, tras un incremento del 0.6% en el mes anterior. Los economistas habían pronosticado un incremento más modesto del 0.2% para abril.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como energía, alimentos, alcohol y tabaco, disminuyó al 3.9% desde el 4.2% en marzo, pero aún superó el pronóstico del 3.6%.
La ONS atribuyó las mayores contribuciones a la baja en las tasas anuales del IPC a la caída de los precios del gas y la electricidad. En contraste, los precios de los combustibles para automóviles, que aumentaron este año en comparación con una reducción en el mismo período del año pasado, contribuyeron positivamente a la inflación.
Otro informe de la ONS destacó que la inflación de los precios de producción alcanzó su nivel más alto desde mayo de 2023. Los precios de producción aumentaron un 1.1%, frente a un incremento del 0.7% en marzo, mientras que la inflación mensual se mantuvo estable en el 0.2%.
Abril marcó el undécimo mes consecutivo de disminución de los precios de insumos, que cayeron un 1.6% anual tras una disminución del 2.5% en marzo. La tasa de inflación mensual del índice de precios del productor (PPI) de insumos fue del 0.6% en abril, a pesar de una caída revisada del 0.2% en marzo.