En el Reino Unido, la tasa de inflación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) subyacente se mantuvo estable en 3.5% durante junio de 2024, de acuerdo con los últimos datos actualizados el 17 de julio de 2024.
El IPC subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía debido a su volatilidad, ya había registrado el mismo aumento del 3.5% en mayo de 2024. Esta cifra indica un crecimiento anual comparado con el mismo mes del año anterior, subrayando la persistencia de la inflación en ciertos sectores de la economía británica.
La estabilidad en la tasa del IPC subyacente puede reflejar tanto efectos de medidas políticas y económicas implementadas como las dinámicas de oferta y demanda dentro del mercado. La continuidad de esta tasa podría influenciar futuras decisiones del Banco de Inglaterra respecto a la política monetaria, a medida que las autoridades buscan balancear el control de la inflación con el estímulo al crecimiento económico.
