El Banco de Inglaterra ha reducido su tasa de interés de referencia por primera vez desde el inicio de la pandemia del COVID-19, citando una disminución en la inflación y un continuo débil impulso de crecimiento.
En una decisión muy disputada, el Comité de Política Monetaria (MPC), bajo el liderazgo del Gobernador Andrew Bailey, optó por bajar la tasa bancaria en 0.25 puntos porcentuales, llevándola a 5.00 por ciento desde el 5.25 por ciento anterior. Esta tasa previa había sido la más alta desde principios de 2008.
Este movimiento marca la primera reducción de tasas en el Reino Unido desde marzo de 2020. La decisión del MPC se dividió con un estrecho voto de 5 a 4 a favor de la reducción. Los defensores de la rebaja argumentaron que era apropiado reducir ligeramente el grado de restrictividad de la política.
Entre los nueve miembros del comité, cuatro disintieron, prefiriendo mantener la tasa en 5.25 por ciento. Estos miembros argumentaron que el aumento continuo de la inflación en los servicios y los resultados recientes del PIB sugerían que los efectos de segunda ronda estaban influyendo cada vez más en los comportamientos salariales y de precios en la economía.
Los responsables de la formulación de políticas anticipan que la inflación aumentará a aproximadamente 2.75 por ciento en la segunda mitad del año debido a que la caída de los precios de la energía del año pasado ya no impactará las comparaciones anuales. Sin embargo, esperan que la inflación retroceda a 1.7 por ciento en dos años y a 1.5 por ciento en tres años.
El comité señaló que, aunque el crecimiento del PIB ha sido robusto hasta ahora este año, el impulso subyacente sigue siendo débil.
Las actas de la reunión indican un enfoque cauteloso por parte del banco central británico en el futuro. El Gobernador Bailey enfatizó la necesidad de una deliberación cuidadosa, afirmando, “Debemos tener cuidado de no reducir las tasas demasiado rápido o en demasía.”
El BoE afirmó, “La política monetaria deberá permanecer suficientemente restrictiva durante el tiempo que sea necesario hasta que los riesgos de que la inflación no regrese de manera sostenible al objetivo del 2 por ciento a mediano plazo se hayan disipado aún más.”
Ruth Gregory, economista en Capital Economics, predice que el próximo recorte de 25 puntos básicos ocurrirá en noviembre en lugar de septiembre. También señaló que un alivio en la inflación de servicios y la caída de la inflación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) por debajo del objetivo probablemente llevará al Banco a reducir las tasas al 4.50 por ciento a finales de este año y al 3.00 por ciento el próximo año.