El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Turquía, excluyendo energía, alimentos, bebidas, tabaco y oro, ha mostrado una notable disminución en el mes de julio. Según los datos actualizados al 5 de agosto de 2024, el IPC se ha situado en un 60.2%, reflejando una mejora significativa con respecto al mes anterior, cuando alcanzó el 71.4% en junio.
Esta evolución representa un cambio anual significativo, una comparación del mes de julio de 2024 con el mismo mes del año anterior, tal y como se establece en los informes económicos recientes. Aunque la economía turca sigue enfrentando desafíos, este descenso en el IPC puede ser visto como un indicador positivo para los consumidores y la estabilidad de precios en el país.
La mejora en el IPC reviste especial importancia en un contexto donde la estabilidad económica es fundamental para alentar la inversión y la confianza en el mercado. Este descenso podría traducirse, en el corto y mediano plazo, en una mayor capacidad de compra para los ciudadanos y un cambio favorable en la percepción económica global de Turquía.
