El presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, comentó el lunes que los datos de empleo más débiles de lo esperado y otros indicadores económicos recientes no indican que la economía estadounidense esté en recesión aún. Además, señaló que la política monetaria no necesita seguir siendo restrictiva si la economía no está sobrecalentada.
"Los números de empleo fueron más bajos de lo esperado, pero aún no parece una recesión," declaró Goolsbee durante una entrevista con CNBC.
"Creo que es esencial ser prospectivos al determinar la dirección de la economía," añadió.
El informe del Departamento de Trabajo publicado el viernes reveló que el crecimiento del empleo en Estados Unidos para julio fue significativamente inferior a las proyecciones.
Las nóminas no agrícolas aumentaron en 114,000 empleos en julio, muy por debajo del incremento anticipado de 175,000 empleos.
La semana pasada, la Reserva Federal optó por mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales entre 5.25% y 5.50%, reconociendo "algún progreso adicional" hacia sus objetivos de inflación.
Inicialmente, los inversores habían anticipado ampliamente que la Fed comenzaría a reducir las tasas de interés en septiembre. Goolsbee sugirió que las tasas de interés actuales son "restrictivas."
"Sin embargo, si la economía no está sobrecalentándose, no hay necesidad de que la política monetaria sea restrictiva en términos reales," afirmó.
"El mandato de la Reserva Federal es claro: maximizar el empleo, estabilizar los precios y asegurar la estabilidad financiera. Ese es nuestro enfoque," afirmó Goolsbee. "Si las condiciones empiezan a deteriorarse en cualquiera de estas áreas, las abordaremos."
Las declaraciones de Goolsbee se realizaron en un día marcado por una venta masiva en los mercados globales, encabezada por el índice Nikkei de Japón. El índice Nikkei 225 experimentó su caída más significativa desde el "Lunes Negro" en octubre de 1987.
Las preocupaciones sobre que la economía estadounidense entre en recesión, alimentadas por el decepcionante informe de empleos del viernes pasado, impactaron considerablemente en los mercados internacionales.
A esto se suma la reciente decisión del Banco de Japón de aumentar las tasas de interés y las continuas tensiones en el Medio Oriente.