La inflación en Noruega ha mostrado una desaceleración en diciembre de 2024, deteniéndose en un preocupante -0,1%. Según los datos actualizados hasta el 10 de enero de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una caída mensual en contraste con el 0,3% positivo observado en noviembre del mismo año.
La disminución del IPC en diciembre refleja un entorno económico que podría estar experimentando presión deflacionaria, lo que podría incitar al Banco Central de Noruega a replantear sus políticas monetarias para evitar un estancamiento económico. Este cambio es particularmente significativo, ya que la comparación periódica mensual muestra que, mientras en noviembre había habido un crecimiento respecto al mes anterior, diciembre presentó una reducción en los precios.
El descenso de la inflación puede tener varias implicaciones para la economía noruega, incluyendo un posible alivio temporal en el costo de vida para los consumidores, pero también representa un reto en términos de crecimiento económico sostenido. Se espera que los responsables de la política económica del país observen de cerca esta tendencia para tomar medidas oportunas que puedan estabilizar la economía en el corto y mediano plazo.