En diciembre, las expectativas de inflación de los consumidores en la zona euro para los próximos 12 meses continuaron su tendencia al alza por tercer mes consecutivo. Al mismo tiempo, encuestas separadas del Banco Central Europeo revelaron que los pronosticadores profesionales han ajustado sus proyecciones tanto para este año como para el próximo.
Según la edición de diciembre de la Encuesta de Expectativas de los Consumidores del BCE, las expectativas medianas de inflación para los próximos 12 meses aumentaron al 2,8%, en comparación con el 2,6% del mes anterior. Por el contrario, las proyecciones de los consumidores para la inflación dentro de tres años se mantuvieron estables en un 2,4%.
La encuesta indicó además que la incertidumbre respecto a las expectativas de inflación para el próximo año permaneció sin cambios por quinto mes, siendo este el nivel más bajo observado desde febrero de 2022. La Encuesta de Pronosticadores Profesionales del BCE para el primer trimestre señaló una revisión al alza de las expectativas de inflación del IAPC para el año en curso, ahora en un 2,1%, un aumento de 0,2 puntos porcentuales. Las proyecciones para el próximo año se mantuvieron en un 1,9%, con una expectativa de una inflación del 2,0% para 2027.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como energía, alimentos, alcohol y tabaco, se proyecta en un 2,2% para este año y un 2,0% para el próximo, consistente con las predicciones de la encuesta anterior. Se anticipa que se mantendrá en un 2,0% hasta 2027. En un horizonte más largo, mirando hacia 2029, las expectativas generales de inflación se mantuvieron en el 2,0%, mientras que la previsión de inflación subyacente se redujo ligeramente al 1,9% desde el 2,0%.
En diciembre, el crecimiento de los precios en la zona euro alcanzó un máximo de cinco meses en un 2,4%, mientras que la inflación subyacente se estabilizó en un 2,7%. Tras una serie de reducciones de tasas de interés -la cuarta consecutiva- por parte del Banco Central Europeo el jueves, parece probable una mayor flexibilización. Los responsables de políticas buscan una postura neutral en medio de la desaceleración del crecimiento económico de la zona euro, anticipando un retorno a los niveles de inflación objetivo a medida que avance el año.