La producción industrial en Rusia ha mostrado un drástico descenso, pasando de un crecimiento del 8.2% en diciembre de 2024 a un moderado 2.2% en enero de 2025, según los últimos datos actualizados el 26 de febrero de 2025. Este declive marca un contraste significativo en la comparación interanual, lo que genera preocupaciones sobre la salud de la economía rusa.
En comparación con el mismo mes del año anterior, el crecimiento ha sido notablemente lento. En términos interanuales, el auge de fin de año no logró sostenerse, y la cifra de enero refleja un mercado debilitado y presionado por factores internos y externos que podrían estar afectando la producción.
Analistas económicos están atentos a la evolución de estos indicadores, ya que la disminución podría ser un reflejo de condiciones más amplias que impacten sectores clave de la economía rusa. Las incertidumbres geopolíticas y las fluctuaciones en el mercado energético son aspectos que también podrían estar influyendo en estos resultados negativos en la producción industrial.