El mercado inmobiliario estadounidense ha registrado una caída en los contratos de venta pendiente de viviendas durante enero de 2025. Según el último informe publicado este 27 de febrero, el índice de ventas pendientes, una medida clave para anticipar el ritmo de las transacciones de propiedades residenciales, se situó en 70.6, una disminución notable desde los 74.0 registrados en diciembre de 2024.
Este retroceso pone de manifiesto el impacto de factores como las tasas de interés y la inflación en las decisiones de compra de los hogares estadounidenses. A medida que se agudiza la incertidumbre económica, la cautela parece primar entre los potenciales compradores, provocando una desaceleración en uno de los sectores motores de la economía.
La disminución del índice representa un desafío significativo para el mercado de bienes raíces y podría tener implicaciones a largo plazo si la tendencia persiste, afectando no solo a los agentes del sector, sino también a la economía en su conjunto. Los analistas estarán atentos a los próximos datos y a las medidas que adopten las entidades financieras para flexibilizar las condiciones del mercado hipotecario y estimular la actividad económica.
