Turquía ha experimentado un notable descenso en su índice de precios al consumidor (CPI) excluyendo alimentos, energía, tabaco, transporte y bebidas alcohólicas durante el mes de febrero. Según los datos actualizados el 3 de marzo de 2025, el indicador se detuvo y alcanzó un 1.8% para febrero, marcando una disminución considerable desde el 5.6% registrado en enero del mismo año.
Este cambio en el CPI Ex E, F, B, T&G refleja una significativa desaceleración en el ritmo de la inflación para el mencionado sector, en comparación con el mes anterior. Esta variación de mes a mes es un indicativo del reajuste y estabilización que las autoridades y el mercado turco pudieran estar explorando tras los picos inflacionarios previos.
El descenso en la tasa de inflación puede ser interpretado como una señal positiva para la economía turca, indicando una flexibilización en la presión inflacionaria luego de fluctuaciones previas más pronunciadas. Este desarrollo podría influir en futuras decisiones de política económica al tiempo que ofrece una luz de esperanza para el poder adquisitivo de los ciudadanos y la estabilidad económica del país.
