La libra esterlina experimentó un ligero descenso, situándose aproximadamente en $1.29, mientras los participantes del mercado evaluaban un informe de inflación que no cumplió con las expectativas y esperaban la próxima Declaración de Primavera. En febrero, la tasa de inflación en el Reino Unido disminuyó a un 2.8% anual, quedando ligeramente por debajo del 2.9% previsto, aunque alineándose con las proyecciones del Banco de Inglaterra. Es notable mencionar que la inflación en los servicios se mantuvo constante en 5%. A pesar de este descenso, el banco central anticipa que será de corta duración, proyectando un aumento de la inflación hacia el 4% más adelante en el año. Actualmente, las probabilidades del mercado sugieren un 92% de posibilidad de que el Banco de Inglaterra ejecute un recorte de tasas de 25 puntos básicos en agosto, con un 60% de probabilidad de otra reducción antes de que finalice el año. Al mismo tiempo, la Canciller del Exchequer Rachel Reeves se dispone a revelar la previsión económica y anunciar reducciones sustanciales en el gasto del gobierno del Reino Unido, que suman miles de millones de libras.