El FTSE 100 mantuvo su trayectoria ascendente el miércoles, impulsado principalmente por un debilitamiento de la libra tras una sorprendente caída en la inflación del Reino Unido al 2.8%, beneficiando a las empresas con sede en Londres que tienen ingresos internacionales. Sin embargo, el sentimiento inversor no fue significativamente reforzado por la Declaración Primaveral de la Canciller Rachel Reeves. El discurso incluyó principalmente medidas anticipadas sobre reformas del bienestar y del NHS, que tuvieron un impacto insignificante en los mercados. El revés más significativo provino de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), que redujo su previsión de crecimiento del Reino Unido para 2024 del 2% a un mero 1%. Esta revisión pesó fuertemente en el sector inmobiliario, inicialmente empujando hacia abajo las acciones de las principales constructoras de viviendas antes de un posterior repunte. El gobierno reconoció que no lograría su objetivo de 1.5 millones de viviendas, ajustando la meta a 1.3 millones, dejando a los inversores esperando reformas de planificación agresivas para impulsar la expansión. En una nota más positiva, las acciones de defensa, notablemente BAE Systems, experimentaron un renovado interés tras el compromiso de Reeves de aumentar el gasto militar, mientras que Shell vio sus acciones seguir subiendo después de publicar la actualización de su plan estratégico.