El jueves, los futuros del crudo WTI se establecieron alrededor de $69.70 por barril, alcanzando un pico de casi cuatro semanas. Este aumento refleja una demanda robusta y preocupaciones sobre restricciones en el suministro global. Informes gubernamentales recientes indican que las reservas de crudo en Estados Unidos experimentaron una caída significativa de 3.34 millones de barriles la semana pasada, la disminución más considerable desde diciembre, además de una reducción en las existencias de gasolina. Al mismo tiempo, las sanciones y aranceles de la administración Trump podrían llevar a potenciales interrupciones de productores clave de petróleo como Irán y Venezuela. Reliance Industries de India, que opera la refinería más grande del mundo, ha anunciado planes de cesar importaciones de petróleo venezolano a la luz de los nuevos aranceles. Además, los participantes del mercado están considerando las implicaciones de un arancel propuesto del 25% sobre automóviles por el presidente Trump, lo que podría afectar el consumo de petróleo e impedir el cambio hacia vehículos de energía más limpia. A pesar de un aumento marginal en las actividades de petróleo y gas en EE.UU. en el primer trimestre, una encuesta de la Reserva Federal de Dallas destaca un pesimismo continuo entre los ejecutivos del sector energético.