El lunes, el yen japonés se apreció más allá de los 149 frente al dólar, registrando su segundo día de ganancias mientras la inquietud de los inversores sobre los inminentes aranceles estadounidenses incrementó el atractivo de los activos de refugio. El presidente Donald Trump, durante el fin de semana, reiteró su intención de aplicar aranceles recíprocos a todos los países, instando supuestamente a sus asesores a adoptar un enfoque más contundente en la política comercial. Los movimientos destacados del yen llevaron al Ministro de Finanzas, Katsunobu Kato, a advertir sobre fluctuaciones sustanciales de la moneda, afirmando su compromiso de mantener una comunicación continua con su homólogo estadounidense en lo que concierne a asuntos de cambio extranjero. Además, las señales agresivas del Banco de Japón brindaron apoyo al yen. El último resumen de opiniones del banco central sugirió que, si se cumplen las previsiones económicas y de inflación, las subidas de tipos de interés continuarán. Los responsables de las políticas destacaron que los aumentos salariales y el gasto elevado de los consumidores están manteniendo la inflación, apoyando así la justificación para un mayor progreso hacia la normalización de la política monetaria.