El rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años descendió hacia el 1.5% el lunes, continuando su disminución desde los máximos de 16 años y medio observados la semana pasada. Este cambio se atribuyó a la mayor demanda de activos refugio, impulsada por las preocupaciones de los inversores sobre nuevos aranceles estadounidenses. Durante el fin de semana, el presidente Donald Trump reiteró su intención de implementar aranceles recíprocos sobre todas las naciones y, según informes, alentó a sus asesores a adoptar una postura más asertiva en el comercio. En el ámbito nacional, los inversores analizaron indicadores económicos mixtos: la producción industrial en Japón superó las expectativas en febrero, mientras que las ventas minoristas no cumplieron con las previsiones. En lo que respecta a la política monetaria, el resumen de la reunión de marzo del Banco de Japón reforzó la creencia de que el banco central continuará aumentando las tasas de interés, siempre que sus perspectivas económicas y de inflación se mantengan estables. Los responsables políticos destacaron que el aumento de los salarios y el incremento del gasto de los consumidores están manteniendo el incremento de los precios, apoyando así más pasos hacia la normalización de la política monetaria.