En marzo de 2025, el S&P Global Australia Composite PMI subió a 51.6 desde el 50.6 de febrero, marcando el sexto mes consecutivo de aumento en la actividad empresarial y el crecimiento más sólido desde agosto pasado. Este repunte fue impulsado por un notable incremento en la actividad de servicios y una recuperación en la producción manufacturera. Los niveles de empleo experimentaron un crecimiento significativo, alcanzando su ritmo más rápido en casi dos años. La velocidad de crecimiento de nuevos pedidos fue la más rápida desde mayo de 2022, contribuyendo a la expansión, mientras que la acumulación de retrasos se aceleró. El sentimiento empresarial se mantuvo optimista, aunque con un leve descenso respecto a febrero. A pesar de una creciente presión sobre los costos, las empresas optaron por aumentar sus precios de venta de manera más cautelosa debido a la intensificación de la competencia en el mercado.