El jueves, el dólar australiano se mantuvo estable alrededor de $0,63, a pesar de los nuevos aranceles significativos anunciados por el presidente de EE.UU., Trump, que afectan a los socios comerciales del país. El Primer Ministro Anthony Albanese aclaró que su administración se abstendría de imponer aranceles recíprocos, señalando el papel menor que juega EE.UU. en el comercio de Australia, con menos del 5% de las exportaciones australianas dirigidas a América. Subrayó que el impulso estratégico continuo de Australia para diversificar las relaciones comerciales con los mercados asiáticos tiene como objetivo fortalecer las empresas locales. No obstante, las últimas estadísticas comerciales revelan una contracción en las exportaciones de Australia en febrero, acompañada por un aumento récord en las importaciones, lo que indica posibles problemas para el balance comercial de la nación. Este déficit comercial en expansión puede generar preocupaciones respecto a la demanda internacional y las tendencias del consumidor doméstico, lo que podría afectar el dólar australiano y el pronóstico económico en los próximos meses.