Malasia está participando activamente en conversaciones con funcionarios de EE. UU. para negociar condiciones comerciales justas a la luz de las recientes imposiciones arancelarias del presidente Trump, que incluyen un impuesto de importación universal del 10% y un arancel recíproco del 24% que apunta específicamente a las exportaciones de Malasia. El Ministerio de Inversión, Comercio e Industria (MITI) reconoció la naturaleza disruptiva de estos aranceles, pero enfatizó el compromiso de Malasia de preservar canales de comercio abiertos en lugar de recurrir a medidas de represalia. MITI reafirmó su objetivo de proteger los intereses económicos de la nación mientras mejora las relaciones comerciales con Estados Unidos. Como el decimoquinto socio comercial más grande de EE. UU. en 2024, Malasia informó de un superávit comercial de 24.8 mil millones de USD con América. A pesar de que EE. UU. experimenta un déficit de bienes con Malasia, goza de un superávit en servicios, resultado de la presencia de larga data de corporaciones estadounidenses en la región. Kuala Lumpur tiene como objetivo abogar por acuerdos comerciales mutuamente ventajosos y explorar la posibilidad de una asociación tecnológica para fortalecer los lazos en sectores como semiconductores, aeroespacial e industrias digitales.