La libra esterlina avanzó a 1.3 por USD, alcanzando su punto más alto en alrededor de seis meses, impulsada por una fuerte depreciación del dólar estadounidense. Este desarrollo surgió cuando los operadores respondieron a la última serie de aranceles recíprocos anunciados por Donald Trump. Estados Unidos planea imponer un arancel del 10% a todas las importaciones, con tasas significativamente más altas para naciones específicas, mientras que las importaciones del Reino Unido enfrentarán la tasa del 10%. El anuncio provocó un movimiento hacia activos de refugio seguro y un enfoque cauteloso, ya que los inversores se mostraron cada vez más aprensivos ante las posibles repercusiones en la economía global. El Ministro del Reino Unido, Reynolds, enfatizó que Estados Unidos sigue siendo el "aliado más cercano" del Reino Unido, afirmando que la estrategia del gobierno es "mantener la calma y comprometerse a asegurar este acuerdo, que esperamos alivie el impacto del anuncio de hoy."