El rendimiento del bono gubernamental a 10 años de Japón se mantuvo estable en aproximadamente 1.3% el viernes, mientras los inversores asimilaban los datos recientes de inflación. Las nuevas estadísticas revelaron que la inflación general disminuyó al 3.6% en marzo, su nivel más bajo en cuatro meses, mientras que la inflación subyacente aumentó tal como se había previsto, alcanzando el 3.2%. Ahora, la atención se centra en la próxima reunión de política del Banco de Japón, donde se espera que el banco central mantenga las tasas de interés en 0.5%. Sin embargo, podría ajustar a la baja su pronóstico de crecimiento debido a las posibles repercusiones económicas de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Se anticipa que los responsables de la política procederán gradualmente con la normalización de la política este año, influenciados por los altos precios de los alimentos y el aumento de los salarios, aunque las incertidumbres en el entorno comercial externo podrían afectar las perspectivas. Al mismo tiempo, los funcionarios japoneses están en negociaciones comerciales con la administración Trump en Washington, abogando por la eliminación total de los aranceles sobre las exportaciones japonesas, lo cual representa un riesgo significativo para la economía impulsada por las exportaciones de Japón y para la dirección de su política monetaria.