El viernes, el Índice Compuesto de Shanghái experimentó una reducción del 0.11%, cerrando en 3,277 y poniendo fin a una racha de ocho días de ganancias. Esta caída fue impulsada por la cautela de los inversores ante la persistente incertidumbre en torno a las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos. A principios de la semana, Pekín delineó prerrequisitos para reanudar las negociaciones con Estados Unidos, destacando la necesidad de respeto, políticas consistentes, y un negociador estadounidense claramente designado con plena autoridad del presidente Trump. Concurrentemente, el presidente Trump sugirió un posible alivio de las tensiones comerciales, expresando su renuencia a aumentar más los aranceles y dando a entender posibles reducciones futuras. Actualmente, China está sujeta a un arancel del 145% sobre sus exportaciones, mientras que impone un gravamen del 125% sobre las importaciones estadounidenses como represalia. Entre los descensos destacados se encontraban Yonghui, que cayó un 4.7%, Cambricon, que bajó un 1.1%, y Shanghai Belling, que descendió un 5%. A pesar del revés del viernes, el Índice Compuesto de Shanghái logró un aumento del 1.19% durante la semana, marcando su primera ganancia semanal en cinco semanas.