El martes, los precios del oro cayeron por debajo de $3,400 por onza después de haber alcanzado un máximo histórico de $3,500 más temprano en el día. Esta disminución está en línea con un leve retroceso general del mercado que afecta a los activos que habían aumentado debido a la demanda de refugio seguro a principios de mes. Este cambio ocurrió en medio de las primeras señales de una postura más flexible sobre los aranceles por parte de Estados Unidos. El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, sugirió que la actual disputa arancelaria con China no es sostenible, expresando la expectativa de una reducción en las tensiones comerciales. Las preocupaciones en torno al aumento de los aranceles sobre las importaciones chinas, junto con investigaciones sobre aranceles en mercancías clave cruciales para la economía de EE. UU., han llevado a algunos inversionistas globales a reevaluar la sostenibilidad del dominio financiero estadounidense. Como resultado, están optando por el oro y el dinero real extranjero en lugar de los bonos del Tesoro de EE. UU. y el dólar para obtener mayor seguridad. En consecuencia, los precios del oro han aumentado más del 33% desde el comienzo del año, y la relación oro-plata se ha ampliado a su punto más alto desde 1994, a excepción del período de la pandemia.