El miércoles, el índice Nikkei 225 se disparó un 2.2% hasta aproximadamente 34,980, mientras que el índice más amplio Topix subió un 2.3% hasta 2,590. Esto marcó un máximo de tres semanas para las acciones japonesas, paralelamente a un rebote significativo en Wall Street. La subida siguió a los comentarios del Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien insinuó una posible disminución de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, describiendo la situación arancelaria existente como "insostenible." Más tarde, el Presidente Donald Trump impulsó aún más la confianza del mercado al confirmar que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, permanecería en su posición, lo que ayudó a reforzar la confianza en la independencia de la Reserva Federal y su trayectoria política. El sentimiento positivo fue reforzado por nuevos datos que indicaron que el sector privado de Japón había vuelto a crecer en abril, recuperándose de la caída de marzo, gracias al vigoroso desempeño del sector servicios. Se observaron ganancias generalizadas, con acciones de tecnología, consumo e industria liderando el alza.