El lunes, el rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años subió hacia el 1.4%, alcanzando su punto más alto en más de cinco semanas. Este aumento fue impulsado por la disminución de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que condujo a una menor demanda de activos refugio. El ascenso del rendimiento siguió a las negociaciones del fin de semana en Suiza, donde los funcionarios estadounidenses abogaron por un acuerdo destinado a reducir el déficit comercial. Paralelamente, las autoridades chinas se refirieron al resultado como un "consenso significativo". A pesar de este progreso, el Secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, anunció que se espera que el arancel básico existente del 10% sobre otras naciones persista en el futuro previsible. Los participantes del mercado también están observando de cerca las negociaciones comerciales en curso entre EE.UU. y Japón, con Tokio esforzándose por finalizar un acuerdo para junio. A nivel nacional, Japón reportó un superávit por cuenta corriente de 3.45 billones de yenes en marzo, después de lograr un récord de 4.06 billones de yenes de superávit en febrero, lo que indica una solidez sostenida en el equilibrio externo del país.