El rublo ruso ha estado cotizando alrededor de 79.4 por USD, manteniéndose cerca de sus máximos de dos años, con un aumento sustancial de aproximadamente el 30% en valor este año. Esta apreciación ha sido respaldada por controles de capitales, políticas monetarias estrictas y una debilidad general del dólar. Un factor significativo detrás de esta tendencia ha sido la conversión de ganancias extranjeras por parte de los exportadores rusos, especialmente en la industria petrolera. Estos exportadores, bajo mandato gubernamental, están obligados a repatriar una parte de sus ingresos en divisas y convertirlos en rublos dentro del mercado doméstico. Medidas adicionales para controlar el capital, instituidas después de la invasión de Ucrania, han apoyado aún más al rublo. Estas medidas incluyen restricciones que afectan a las empresas extranjeras. Al mismo tiempo, las conversaciones sobre posibles negociaciones de paz con Ucrania han proporcionado cierto apoyo a la moneda, a pesar de que no se han logrado acuerdos significativos. En términos de política monetaria, es notable que el Banco Central de Rusia redujo su tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos, llevándola al 20% durante su reunión de junio de 2025. Esto marca la primera reducción de tasas en casi tres años y se atribuye a una disminución de la inflación e indicios de ralentización económica.