En junio, el real brasileño se mantuvo estable alrededor de 5.49 por USD, marcando su posición más fuerte en ocho meses. Esta estabilidad se produce mientras los inversionistas analizaban las últimas estadísticas del mercado laboral, mientras el dólar estadounidense experimentaba un período de debilidad. Notablemente, el desempleo cayó al 6.2% en los tres meses previos a mayo, desde el 6.6% en abril, con el empleo formal alcanzando un récord de 39.76 millones. Este contexto apoya el consumo de los hogares y eleva los ingresos reales. Los datos justificaron además la decisión del banco central de mantener la tasa Selic en un inédito 15%. Las actas de Copom indican una pausa en el endurecimiento de la política monetaria, destacando que las tasas se mantendrán en este nivel por un "periodo muy prolongado". Esta estrategia tiene como objetivo asegurar la convergencia de la inflación, mantener diferenciales significativos de tasas de interés reales y atraer flujos de carry. Concurrentemente, el dólar estadounidense alcanzó su punto más bajo desde febrero de 2022, influenciado por las crecientes expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, en medio de comentarios cautelosos del Fed, junto con un gasto del consumidor lento y datos de inflación modestos.