El dólar canadiense ha caído más allá de 1.37 contra el dólar estadounidense, principalmente debido a las recientes amenazas sobre los aranceles de EE. UU. y las incertidumbres en las políticas comerciales que han opacado ganancias anteriores. La declaración del presidente Trump de detener todas las negociaciones comerciales con Canadá, después de la introducción del nuevo impuesto a los servicios digitales por parte de Canadá, acompañada de declaraciones de advertencia sobre posibles aranceles de represalia, ha inquietado a los exportadores y sacudido la confianza en el crecimiento económico a corto plazo. En el ámbito nacional, se anticipa que la economía de Canadá experimente contracciones mensuales consecutivas del 0.1% en abril y mayo, subrayando su susceptibilidad a los aranceles de EE. UU. y proyectando una perspectiva negativa sobre las industrias dependientes del comercio. Paralelamente, los precios del petróleo están bajos debido a la estabilidad en el Medio Oriente, eliminando un apoyo vital para los términos de intercambio de Canadá. A pesar de que el Banco de Canadá mantiene su tasa de política en 2.75%—citando una inflación subyacente persistente e indicando que no es probable que haya recortes de tasas hasta que la desinflación esté plenamente establecida—esta postura firme no ha sido suficiente para contrarrestar las presiones económicas surgidas por las renovadas preocupaciones sobre los aranceles.