El índice de precios al consumidor (IPC) en Rusia ha experimentado una leve desaceleración, deteniéndose en un 9.4% en junio de 2025, en comparación con el 9.9% registrado en el mes de mayo. Este descenso de 0.5 puntos porcentuales se produce en el marco de un año caracterizado por niveles de inflación elevados, que aún resienten los efectos de las tensiones geopolíticas y las fluctuaciones en los mercados internacionales.
Los datos actualizados al 11 de julio de 2025 revelan que, al comparar con cifras del mismo mes del año anterior, la inflación en junio muestra una tendencia a la baja. Este movimiento puede interpretarse como una señal positiva para la economía rusa, dado que refleja una moderación en el incremento de precios, lo cual podría beneficiar tanto a consumidores como a empresas.
No obstante, aún persiste la preocupación por los altos niveles de inflación, que continúan impactando el poder adquisitivo de los ciudadanos. La leve caída en el IPC ofrece cierta esperanza de estabilidad económica, pero las autoridades deberán monitorear de cerca los factores internos y externos que podrían influir en el comportamiento inflacionario en los próximos meses.