Los futuros de madera han disminuido a $600 por mil pies tablares, alcanzando un mínimo de un mes mientras la temporada de construcción en su punto álgido comienza a desacelerarse. Esto se debe en gran medida a los altos costos de financiamiento, con las tasas hipotecarias estadounidenses a 30 años rondando el 7%, y el aumento de las tensiones comerciales con los EE.UU. En el lado de la oferta, los aserraderos norteamericanos están operando a aproximadamente el 80% de su capacidad para evitar inventarios excesivos, un movimiento estratégico que apoya los precios del SPF del Oeste incluso cuando los volúmenes de pedidos se debilitan. Además, los anticipados aranceles estadounidenses sobre la madera blanda canadiense, que podrían aumentar del aproximadamente 14% a más del 34%, han impulsado a los constructores y distribuidores a acumular existencias antes de los aranceles, estabilizando los precios temporalmente. No obstante, la reducción de la demanda de viviendas y el aumento de los costos de acarreo parecen tener un mayor impacto que la reposición de inventarios, dejando al mercado delicadamente equilibrado entre las restricciones de oferta y la disminución del consumo.