Tras un cierre positivo en Wall Street el jueves, los futuros de acciones en EE. UU. muestran una tendencia al alza. El S&P 500 y el Nasdaq alcanzaron nuevos máximos históricos, impulsados por sólidas cifras de ventas minoristas y una continua disminución en las solicitudes de subsidios por desempleo. El sector tecnológico fue particularmente robusto, con la confianza de los inversores fortalecida por el pronóstico optimista de Taiwan Semiconductor, que sugiere mayores inversiones en sectores relacionados con la IA.
En cuanto a la política monetaria, la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, indicó que es plausible anticipar dos recortes de tasas este año, aconsejando evitar demoras innecesarias. En contraste, la gobernadora de la Fed, Adriana Kugler, abogó por mantener las tasas actuales en el futuro previsible, atribuyendo su preocupación a la inflación creciente influenciada por los aranceles. En este sentido, el presidente Trump ha enviado comunicaciones a más de 20 socios comerciales, proponiendo nuevos aranceles de referencia que oscilan entre el 20% y el 40%.
En desarrollos corporativos, United Airlines proyectó que la segunda mitad de 2025 parece más predecible, lo que podría permitir a la empresa superar sus proyecciones de ganancias. Paralelamente, Chevron se acerca a un pico de producción en el mayor campo petrolero de EE. UU., anticipándose a generar una afluencia de miles de millones en flujo de caja durante los próximos años.