A finales de julio, los futuros de carbón térmico provenientes del Puerto de Newcastle subieron a $114 por tonelada, marcando el nivel más alto en seis meses. Este aumento se produjo mientras China buscaba abordar el problema del exceso de oferta en diversas industrias. El gobierno chino anunció su intención de cerrar minas que superaran sus cuotas de producción de carbón en un reciente movimiento para gestionar el excedente de materias primas energéticas. Esta decisión siguió a revelaciones de que el gobierno había instruido a las plantas a incrementar las reservas de carbón en un 10%. Esta estrategia tenía como objetivo aprovechar los precios más bajos mientras se mitigaban los riesgos de intensificar las presiones deflacionarias de los productores. A pesar de estas medidas, la producción de carbón de China experimentó un aumento del 3.6% en junio en comparación con el año anterior, reflejando indicios anteriores de que el país pretende elevar su producción en un 1.5% para alcanzar 4.82 mil millones de toneladas este año, después de un récord de producción en 2024. En cuanto a la demanda, la producción de energía a partir de combustibles fósiles en China disminuyó 4.7% anualmente durante el primer trimestre, atribuible a una disminución en la demanda de energía y a un suministro robusto de fuentes de energía renovable. No obstante, las inversiones aumentadas en infraestructura han proporcionado una base de apoyo para la demanda de energía.