Nueva Zelanda está preparada para lanzar dos nuevas opciones de residencia para migrantes a partir de mediados de 2026, como parte de un esfuerzo por fortalecer su economía en apuros, que ha experimentado un crecimiento negativo en tres de los últimos cinco trimestres. La Ministra de Finanzas Nicola Willis destacó el papel crucial que juegan los migrantes calificados y experimentados al cubrir la escasez de mano de obra y estimular el desarrollo empresarial. Las nuevas vías están diseñadas para trabajadores calificados y personal técnico/operativo, con requisitos de experiencia relevante tanto en el extranjero como en Nueva Zelanda, así como umbrales específicos de salario o remuneración. La Ministra de Inmigración Erica Stanford declaró que la iniciativa ayuda a los empleadores a retener a trabajadores "que ya están contribuyendo a la economía de Nueva Zelanda y han demostrado su valor en sus funciones." Aunque la migración neta sigue siendo positiva, ha disminuido desde los picos posteriores a 2022, a medida que más neozelandeses emigran. Además, el gobierno ha implementado otras medidas para estimular el crecimiento, incluyendo iniciativas para atraer inversión extranjera.