El banco central de Suecia sorprendió a los mercados al reducir su tasa de interés política en 25 puntos básicos a 1,75% en septiembre, contrario a las expectativas de los analistas de mantener la tasa. El Riksbank hizo este movimiento para impulsar la actividad económica y devolver la inflación a su objetivo a medio plazo. El banco central observó que las condiciones propicias para un crecimiento más fuerte aún están presentes, con datos recientes que sugieren que los altos niveles de inflación pueden ser temporales. Sin embargo, los funcionarios señalaron los riesgos continuos que surgen de las tensiones geopolíticas y la imprevisibilidad de las políticas comerciales de EE. UU., que podrían influir en las futuras directrices de la política monetaria. Por el momento, el Riksbank indicó que si sus proyecciones actuales para la inflación y el crecimiento se mantienen constantes, es probable que la tasa de política se mantenga en este nivel "durante algún tiempo".