El mes pasado, el mercado del oro se desplomó con fuerza. Fue el mayor descenso mensual en casi cinco años. Y el peor en junio desde hace ocho años.
A pesar del desplome anterior, el 75% de los analistas son positivos con el oro, existe la posibilidad de que el oro suba esta semana.
La semana pasada, el banco central europeo declaró que su objetivo es que la inflación a medio plazo sea del 2%, lo que significa que permitirán que la inflación aumente y la economía se caliente.
La semana anterior, China recortó las tasas de interés y los requisitos de reserva para los bancos, liberando alrededor de 1 billón de yuanes para la economía.
Pero aunque el oro subió por encima de los 1.800 dólares la onza, los analistas creen que se mantendrá en ese nivel teniendo en cuenta las operaciones y los rendimientos de los bonos del Tesoro.
Algunos analistas afirman que, aunque el oro no responda a las noticias en este momento, eso no significa que vaya a ser siempre así. Los analistas del Commerzbank afirman que el mercado del oro está en función del tiempo, lo que quiere decir que en algún momento los inversores no podrán seguir ignorando la situación económica actual.
Por lo tanto, si algunos operadores prestan más atención a las próximas vacaciones de verano que a las cifras que aparecen en la pantalla, será mejor que se deshagan de ese ruido externo y se centren en el potencial a largo plazo del metal precioso.
La semana pasada se publicaron dos informes del Consejo Mundial del Oro.
El primero son los flujos de inversión en fondos cotizados en bolsa respaldados por oro en junio. El mes pasado fue terrible para el oro, pero algunos inversores aprovecharon la bajada de precios como una oportunidad estratégica de compra. A pesar de una caída de casi el 7% en junio, las reservas mundiales de oro aumentaron en 2,9 toneladas. Desde luego, no es tanto, pero demuestra lo fuerte que es el apoyo al oro en el mercado.
El segundo informe, que realmente pone de relieve el potencial del oro, se basó en un estudio integral de varios meses realizado por Greenwich Associates. La empresa estableció contacto con 500 inversores institucionales de todo el mundo para hablar sobre el mercado del oro.
Uno de los aspectos más destacados de la encuesta fue que uno de cada cinco inversores invirtió en oro. El 38% de ellos tiene previsto aumentar su inversión en los próximos tres años.
Resulta sorprendente que el 40% de los inversores que no tienen relación con el oro tengan previsto comprar el metal precioso en los próximos tres años. Se trata de un gran mercado sin explotar que está empezando a ver los beneficios de conservar algo de oro.