El lunes, el lingote de oro continuó su ruta descendente emprendida a finales de la semana pasada. El metal precioso cayó un 0,8% el viernes, aunque había ganado un 0,2% en el conjunto de los siete días. De este modo, el activo registró su cuarta subida semanal consecutiva.
Sin embargo, el oro ha empezado la semana actual mal, bajo la presión de la venta masiva en los mercados de valores mundiales. El 19 de julio, los índices bursátiles de Estados Unidos, Europa y Asia cayeron entre un 1% y un 2% de media. El pánico generalizado comenzó cuando la situación epidemiológica en varios países empeoró bruscamente.
El principal desencadenante fue un pico de casos de infección por el coronavirus delta. Las alarmantes estadísticas provocaron una huida de los inversores mundiales hacia los activos de riesgo, mientras que el interés por el dólar estadounidense, por otra parte, ha aumentado.
Los últimos datos mostraron que, a estas alturas, 82 millones de estadounidenses aún no han recibido una vacuna contra el coronavirus o no tienen anticuerpos contra el COVID-19. En este contexto, ha crecido el temor de que una especie agresiva de delta pueda asestar un nuevo golpe a la economía estadounidense.
La preocupación presionó a los inversores hacia el billete verde, haciendo que el dólar se fortaleciera frente a sus principales rivales el lunes. Su índice subió un 0,1%.
El oro, que está en correlación inversa con la divisa estadounidense, no pudo soportar la presión y cayó ayer a 1.809,20 dólares. El metal cayó 5,80 dólares, o un 0,3%, en comparación con el viernes. Así, al cabo de dos sesiones el activo perdió más del 1% de su valor.
Asimismo, el lunes la plata registró pérdidas. Su cotización cayó a 25,14 dólares. La diferencia con respecto a las operaciones anteriores, en las que el valor del activo cayó un 1,7%, fue del 2,5%.
La venta global del mercado bursátil derrumbó también los precios de otros metales. Así, el cobre cayó un 2,8% hasta los 4,20 dólares. El platino cayó un 3,4%, hasta los 1.071 dólares. El paladio bajó un 1,7%, hasta los 2.592 dólares.
El oro se ha considerado tradicionalmente más fiable frente a otros activos, por lo que los riesgos de coronación han contribuido habitualmente a su subida. Sin embargo, esta vez no: la tendencia general a la baja y el fortalecimiento del billete verde determinaron la dinámica actual del lingote.
Por su parte, los analistas confían en que estos factores no tengan un impacto duradero en las cotizaciones del principal metal precioso. Los expertos de Guotai Junan Futures destacaron la volatilidad del dólar: las nuevas oscilaciones en su trayectoria se reflejarán sin duda en el precio del oro.
El analista jefe de mercado de AvaTrade, Naeem Aslam, vio una señal positiva para el metal precioso, ya que su precio se mantiene por encima de su media móvil de 100 días, en 1.791,17 dólares, pero advirtió a los inversores que superar ese nivel podría desencadenar una caída precipitada.
Al mismo tiempo, el martes por la mañana, el pobre amarillo intenta recuperarse tras un duro lunes. Las cotizaciones suben en el marco de una corrección.
En el momento de escribir estas líneas, el precio del oro se acerca a los 1.816,95 dólares. En comparación con la sesión de ayer, el oro ha ganado 7,75 dólares, es decir, un 0,43%. La plata también ganó. Subió un 0,22% y se cotizaba a 25,2 dólares.