Tras el fuerte crecimiento del PIB en el segundo trimestre, los analistas de Wall Street pronosticaron una fuerte contracción en la recuperación económica en el tercer trimestre. Dijeron que el PIB de Estados Unidos crecerá solo un 2,8%, muy por debajo del 6,7% anterior. Pero los datos publicados por el Departamento de Comercio de EE. UU. indicaron una ganancia de solo el 2,0%.
Aparentemente, hay una caída en el gasto de los consumidores, que afectó al PIB real. Los préstamos no reembolsables del gobierno también disminuyeron.
Con todo, el PIB del tercer trimestre ha bajado un 4,7% con respecto al trimestre anterior y es el crecimiento económico más lento desde el inicio de la recesión de 2020.
Y con la inflación alcanzando su nivel más alto desde 2009, es probable que la Reserva Federal posponga su plan de subir las tasas antes de lo previsto.
Inicialmente, no consideraron un aumento de tasas en 2020, 2021 o 2022, pero recientemente dijeron que podría haber uno o dos en 2022. Pero como se señaló anteriormente, la combinación de alta inflación y desaceleración del crecimiento económico hará extremadamente difícil que la Fed suba las tasas el próximo año. Si las decisiones de la Fed se basan en datos, no debería sorprender que retrocedan en su decisión de acelerar el cronograma para normalizar las tasas de interés. También puede posponer el recorte planificado en sus compras mensuales de bonos.
Es por esta razón que los analistas creen que no hay resistencia técnica en $1836. Como tal, el oro podría subir a $1836, o incluso subir hasta $1920. Si esto sucede, el metal amarillo superará los $1900 por primera vez desde agosto.
