Se está gestando un desacuerdo entre la OPEP y los Estados Unidos a medida que más miembros de la alianza rechazan el llamado del presidente Joe Biden para aumentar la producción. Anteriormente, Biden solicitó al grupo que aumentara la producción para ayudar a reducir los precios del gas.
El lunes, Kuwait se unió a Irak, Argelia, Angola y Nigeria en la postura de que el cartel debería ceñirse a su plan de aumentar gradualmente la producción. Mencionó que los mercados están actualmente bien equilibrados, por lo que no es necesario impulsar la producción.
Este jueves debería continuar la discusión, cuando los miembros de la OPEP se reúnan para hablar sobre nuevos planes para la industria petrolera. Por el momento, el tema clave es la subida de precios a $85 el barril. El gas estadounidense también se encuentra en un máximo de siete años de $3,70 el galón.
Estados Unidos, India, Japón y otros importadores son precisamente los que hacen campaña para que la OPEP alivie rápidamente las restricciones de suministro impuestas por las cuarentenas del año pasado.
Aunque Biden se negó a decir cómo reaccionaría si la OPEP no cambia de rumbo, muchos analistas sugirieron que Estados Unidos podría vender algunas de sus reservas estratégicas de petróleo.
Después de todo, el ministro de Energía de Angola, Diamantino Azevedo, dijo que el aumento mensual de aproximadamente 400.000 está funcionando muy bien, por lo que no hay absolutamente ninguna necesidad de que la OPEP se desvíe de este plan.
Muchos miembros, incluida Arabia Saudita, también argumentaron que no deberían bombear petróleo más rápido porque los confinamientos en algunos países aún socavan la demanda. Además, varios países aún no han alcanzado sus cuotas de producción después de recortar drásticamente la producción el año pasado. Si el grupo eleva su objetivo, lograrlo será mucho más difícil.
Además, la OPEP dijo que el aumento de las exportaciones de petróleo crudo tendrá poco impacto en la caída de los precios de la electricidad, que han aumentado considerablemente debido a la escasez de gas natural y carbón en partes de Europa y Asia.
Aunque el grupo a menudo sorprende con sus cambios de política a veces repentinos, ninguno de ellos se opuso directamente a los comentarios públicos de Biden, dejando algo de espacio para maniobrar.
La disputa surgirá cuando los líderes mundiales se reúnan para las conversaciones climáticas de la COP26 en Glasgow. Estados Unidos ya dijo que presionará para que se tomen más medidas para abordar el cambio climático y también tratará de garantizar que los consumidores no se vean perjudicados por los altos precios de la energía.
