La confrontación económica entre Rusia y Occidente se intensifica. Estados Unidos y sus aliados, principalmente Reino Unido, han decidido dejar de comprar recursos energéticos a la Federación Rusa. Esta es otra medida más, como le parece al Occidente consolidado, capaz de infligir un golpe a la economía rusa y obligarla a retirarse de Ucrania.
El mercado del petróleo y el gas reaccionó a esta noticia con otra subida de precios. El Brent del Mar del Norte saltó con esta noticia a un nuevo máximo histórico de $139,13 por barril, mientras que el WTI de EE. UU. subió a $130,50 por barril.
Está claro que los especuladores reaccionaron a esta noticia comprando contratos de futuros, argumentando que la participación de Rusia en el mercado energético mundial es significativa. De hecho, es el segundo país exportador del mundo después de Arabia Saudí. Tiene una cuota de exportación de alrededor del 40% en el mercado del gas.
Hasta el momento, Occidente parece contar con que el cese de las compras de recursos energéticos de la Federación Rusa asestará un golpe colosal a la economía del país, que conducirá a convulsiones sociales y, en última instancia, al colapso del país. En realidad, Occidente no podrá compensar la escasez de petróleo en un corto período de tiempo después del "cierre" de Rusia, pero confiará en el hecho de que podrá esperar este breve período de tiempo, como dicen, hasta que Moscú se empantane en el territorio de Ucrania y durante este tiempo reciba el golpe económico más fuerte. Al mismo tiempo, Occidente mismo, especialmente Europa, es extremadamente vulnerable a estas restricciones.
Entonces, ¿a qué puede conducir la decisión de Estados Unidos y Europa de negarse a comprar recursos energéticos rusos?
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, dijo el lunes que Rusia podría cortar el suministro de gas a Alemania y advirtió sobre un probable aumento de los precios del crudo a $300 por barril. Es poco probable que esta situación se sostenga por mucho tiempo en la economía europea, donde la inflación ha alcanzado nuevos máximos en las últimas décadas. Pero por ahora, en el corto plazo, la realidad es que los precios del petróleo y el gas, así como los metales industriales, seguirán aumentando, lo que abre excelentes oportunidades prometedoras para los especuladores.
Fortalecer la confrontación geopolítica solo contribuirá al aumento de los precios. Es probable que veamos cotizaciones en la región de $200 por barril. Además, el deseo de los inversores de alejarse del riesgo puede seguir respaldando los precios del oro. En estas condiciones, además de la entrada de capitales a América y la esperada decisión de la Fed de subir las tasas de interés, el dólar recibirá apoyo frente a las principales divisas.
Pronóstico:
Las cotizaciones del crudo WTI se consolidan tras alcanzar un máximo histórico. Creemos que superar el precio de 128,25 puede conducir a un crecimiento hasta el nivel de 135,00 en un futuro próximo.
El oro al contado ha alcanzado nuestra marca objetivo de 2066,00, las continuas tensiones geopolíticas empujarán el precio más hacia 2100,00 después de subir por encima de 2066,00.
