Los precios del crudo experimentaron una alta volatilidad después de que el presidente de los Estados Unidos, Biden, anunciara la prohibición de las importaciones de petróleo ruso a los Estados Unidos.
"Hoy estoy anunciando que Estados Unidos tiene como objetivo la arteria principal de la economía de Rusia. Estamos prohibiendo todas las importaciones de petróleo, gas y energía rusos. Eso significa que el petróleo ruso ya no será aceptable en los puertos estadounidenses, y el pueblo estadounidense dará otro poderoso golpe a la maquinaria de guerra de Putin", dijo el presidente estadounidense.
El mercado de materias primas apenas ha reaccionado a las sanciones de EE. UU., ya se habían calculado en el precio desde el lunes pasado. Los precios del petróleo siguen subiendo con fuerza: los futuros del WTI con entrega en abril cotizaron ayer por encima de los $128 por barril, ganando más del 7% durante el día.
Desde el comienzo de la crisis en Ucrania, los precios del crudo han aumentado alrededor del 70%.
Biden aceptó que varias naciones europeas no seguirían la prohibición estadounidense. Afirmó que Estados Unidos y sus aliados están preparando una estrategia a largo plazo para reducir la dependencia europea de los suministros energéticos rusos.
Los futuros de oro de abril cerraron en $2.063,50 por onza, ganando más del 3% y estableciéndose ligeramente por debajo del nuevo máximo intradiario histórico.
Los analistas ven que los precios del oro siguen altos debido a la guerra en Europa del Este que sacude los mercados. Además, la escalada podría aumentar la presión inflacionaria sobre la economía estadounidense y aumentar aún más los precios récord de la gasolina.
Joe Biden advirtió a los consumidores estadounidenses sobre el impacto de las sanciones estadounidenses en su economía. "Desde que Putin comenzó su concentración militar en las fronteras de Ucrania, justo desde entonces, el precio de la gasolina en las gasolineras en Estados Unidos subió 75 centavos. Y con esta acción, va a subir aún más", dijo.
El presidente estadounidense se comprometió a liberar 60 millones de barriles de petróleo de las reservas junto con los aliados estadounidenses, en respuesta a las crecientes críticas y acusaciones de que la Casa Blanca está exacerbando la creciente crisis energética.
"Debería motivarnos a acelerar la transición a la energía limpia", comentó Biden. "Eso significará que tiranos como Putin no podrán usar los combustibles fósiles como armas contra otras naciones", concluyó.