El par euro-dólar volvió a probar la tercera cifra el lunes, pero no logró establecerse en esta zona de precios. Aparentemente, los operadores tienen miedo de mantener posiciones cortas por debajo de 1,0400, por lo que tan pronto como el precio cruza esta línea de precios, obtienen ganancias, compensando así el impulso bajista. Sin embargo, los alcistas del EUR/USD tampoco tienen prisa por desarrollar el movimiento alcista: el contexto fundamental actual no contribuye al crecimiento de los precios. Por el contrario, el mercado habla cada vez más de una posible paridad que se puede lograr en un futuro previsible. Para hacer esto, los bajistas no solo necesitan romper el nivel de soporte de 1,0340 (mínimo de 5 años), sino también establecerse por debajo de este objetivo. Esto permitirá a los bajistas probar la segunda cifra, desde donde la paridad, como dicen, está al alcance de la mano. Aquí es necesario recordar que en tres meses los bajistas hicieron una marcha de mil puntos de largo. Por lo tanto, superarán el segmento de precios de 200 puntos sin ninguna dificultad, si, por supuesto, superan la barrera de precios antes mencionada.
En otras palabras, la tarea principal de los bajistas EUR/USD es superar el área de precios de 1,0350-1,0340. Como puede ver, los operadores necesitan soporte de información adicional. El transfondo fundamental actual les permite solo probar el área de la tercera figura, pero no ayuda a ir más allá, al nivel de soporte principal. En vista de este hecho, cabe señalar que es recomendable entrar en posiciones cortas solo en las olas de retrocesos correctivos. Las posiciones cortas parecen extremadamente riesgosas en los puntos de precios "más bajos", es decir, en el rango de 1,0400-1,0380 (y por debajo). Como puede ver, a pesar de la fuerza de la tendencia bajista, los bajistas aún no corren el riesgo de acercarse al nivel de soporte de 1,0340.
No obstante, es recomendable utilizar eventuales sobretensiones correctoras para entrar en posiciones cortas. El dólar mantiene su atractivo debido al aumento del sentimiento anti-riesgo (informes macroeconómicos débiles de China, falta de progreso en las negociaciones ruso-ucranianas, un rumbo anunciado hacia la OTAN por parte de Suiza y Finlandia) y las crecientes expectativas de línea dura con respecto a los próximos pasos de la Reserva Federal (en el contexto del discurso de hoy del gobernador de la Fed, John Williams).
China acaba de publicar un bloque de estadísticas macroeconómicas, cuyos componentes principales salieron en zona roja. Por ejemplo, el volumen de inversiones en activos fijos creció sólo un 6,8% (frente a la previsión de crecimiento del 7,5%). Esta cifra viene cayendo por segundo mes consecutivo. El volumen de la producción industrial disminuyó por completo, en casi un 3% (el indicador cayó en el área negativa por primera vez en dos años). El indicador de ventas minoristas decepcionó. Se derrumbó a -11%. La última vez que las ventas mostraron un resultado tan triste fue en abril de 2020, cuando el coronavirus hacía estragos en el país. También vale la pena señalar que las ventas se hundieron en medio del aumento del desempleo. La tasa de desempleo de China ha aumentado por quinto mes consecutivo, alcanzando el 6,1% en abril.
Los decepcionantes indicadores macroeconómicos aumentaron la preocupación de los inversores. El dólar, por su parte, se convirtió en el beneficiario de la coyuntura, debido al crecimiento del sentimiento anti-riesgo en el mercado cambiario.
El representante más influyente de la Fed, el jefe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, agregó leña al fuego. Reiteró que la alta inflación es "el problema número uno" para la Fed. Según él, los acontecimientos geopolíticos recientes, así como el brote de COVID-19 en China, provocan un crecimiento inflacionario global, incluso en Estados Unidos. Al mismo tiempo, aseguró a los periodistas que la Fed "se opondrá activamente" a este proceso. Williams no habló con más detalle sobre los planes del banco central, pero la semana pasada expuso claramente su posición. Dijo que un aumento de la tasa de 50 puntos básicos "en las próximas dos reuniones" tiene sentido, suponiendo una tasa neutral nominal de 2,5-3,0%. Tampoco descartó de facto un ritmo más agresivo de ajuste monetario, diciendo que "la Fed ajustará su política dependiendo de las circunstancias".
Así, las principales señales de carácter fundamental nos permiten hablar de la prioridad del movimiento bajista del EUR/USD. El euro todavía está bajo presión, por lo que los retrocesos correctivos se deben principalmente a la toma de ganancias por parte de los operadores cuando el precio se acerca a la mitad de la tercera cifra. Al mismo tiempo, los bajistas no permiten que el par "llegue lejos": en el área de 1,0440-1,0480 ingresan nuevamente al juego, abriendo posiciones cortas con objetivos de 1,0400-1,0370-80.
Desde un punto de vista técnico, el escenario bajista también se presenta como prioritario. En el gráfico diario, el par EUR/USD se encuentra entre las líneas media e inferior del indicador de las Bandas de Bollinger, así como debajo de todas las líneas del indicador Ichimoku, que muestra una señal bajista de Parade of Lines. El primer objetivo es el nivel de 1,0400 (con un retroceso correctivo a la zona de 1,0450-1,0490). El objetivo principal es el objetivo de 1,0350 (línea inferior de las Bandas de Bollinger en el marco de tiempo D1).
