El yen se disparó el martes después de que el Banco de Japón tomara una decisión muy audaz sobre política monetaria. Sin embargo, lo que es más importante son las declaraciones del gobernador Haruhiko Kuroda, que les dio a los inversores una indicación de qué esperar cuando finalice la política.
Ayer, Kuroda sorprendió a los mercados al anunciar que permitirá que los rendimientos de los bonos a 10 años aumenten hasta alrededor del 0,5 %. Este es obviamente un ajuste estratégico para ganar tiempo en la determinación de la curva de rendimiento el próximo año luego de los cambios en la política del banco central, cuando se pronostica que las tasas de interés aumentarán. Actualmente, el rendimiento de los valores japoneses a 10 años es del 0,46 %. Esto ha llevado a un aumento en las acciones de los bancos japoneses, ya que los inversores esperan mayores rendimientos de las instituciones financieras.
Kuroda dijo que todas las decisiones tomadas fueron para aumentar la efectividad de la política monetaria. Dado que su mandato termina el próximo año, habrá al menos dos reuniones más bajo su liderazgo, lo que significa que su sucesor completará el camino hacia la normalización política.
Pero hay quienes señalan que los rendimientos más altos significarán pérdidas no realizadas en los bonos del gobierno japonés, incluidos los del Banco de Japón. Un cambio de política sostenido también podría afectar a las acciones japonesas, así como romper la última paridad del rendimiento de los bonos y desencadenar una liquidación del dólar a favor del yen. Eso llevará a los inversores japoneses a desinvertir en inversiones en el extranjero, lo que podría resultar en una venta masiva en los mercados emergentes.
Como se mencionó anteriormente, el mercado de divisas reaccionó a esto moviéndose con bastante fuerza. En USD/JPY, hay un fuerte soporte alrededor de 130,20, y su ruptura conducirá a otra liquidación alrededor de 126,20 a 121,10.
En EUR/USD, la demanda sigue siendo bastante débil, pero existe la posibilidad de volver a los máximos de diciembre si el Banco Central Europeo mantiene su política monetaria agresiva. Sin embargo, los operadores deben mantener la cotización por encima de 1,0660 porque solo entonces el euro llegará a 1,0700 y 1,0740. En caso de una caída por debajo de 1,0580, aumentará la presión, lo que empujará la cotización a 1,0540 y 1,0490.