El Banco de Pagos Internacionales (BPI) advierte sobre un mayor estrés financiero a medida que los bancos centrales continúan elevando las tasas para combatir la inflación. El informe señala que cuanto más los bancos centrales aumenten las tasas, mayor será el riesgo de estrés financiero y quiebras bancarias. La última oportunidad de combatir la inflación y restablecer la estabilidad de precios será la más desafiante para los bancos centrales.
El problema con la inflación radica en el hecho de que el mercado laboral sigue ajustado y los precios en el sector de servicios continúan aumentando. Agustín Carstens, Gerente General del BPI, dijo que si el crecimiento salarial y los precios se refuerzan mutuamente, se afianzará la psicología inflacionaria, lo que significa que las tasas de interés podrían tener que mantenerse altas durante un período más largo de lo esperado por el público y los inversionistas.
Los aumentos de tasas realizados por los bancos centrales en medio de niveles elevados de deuda probablemente revelarán vulnerabilidades adicionales en el sistema financiero. El mejor ejemplo de esto podrían ser los cierres bancarios a principios de este año. Si los bancos centrales tienen que aplicar medidas más agresivas o durante más tiempo para lograr la estabilidad de precios, aumentará el riesgo de estrés financiero.
El BPI hace un llamado a políticas prudentes por parte de los bancos, que incluyan una reducción de gastos presupuestarios y la implementación de medidas adicionales de gestión de riesgos, para estabilizar la economía global y el sistema financiero. Carstens señaló que la política monetaria debería restablecer la estabilidad de precios, mientras que la política fiscal requiere consolidación.
El BPI también evaluó que casi el 15% de los ciclos de aumento de tasas conducen a un estrés grave en el sector bancario.