La huelga de los baristas de Starbucks se ha extendido ahora a nueve estados, según informó el sindicato Starbucks Workers United. Esta acción industrial, que comenzó el viernes, tiene como objetivo asegurar aumentos salariales para los baristas y comenzó inicialmente en las ubicaciones de Starbucks en Chicago, Los Ángeles y Seattle. Para el sábado, los trabajadores en Colorado, Ohio y Pensilvania se habían unido a la huelga, seguidos por sus compañeros en Misuri, Nueva Jersey y Nueva York el domingo.
Starbucks Workers United, que representa a más de 10,000 trabajadores en más de 525 tiendas, anticipa que la huelga se extenderá a cientos de ubicaciones más para el martes. El sindicato, en su plataforma de redes sociales, anunció previamente una huelga escalonada de cinco días, citando lo que describe como un retroceso por parte de Starbucks en negociaciones previamente acordadas. Esta huelga de costa a costa pretende presionar a la compañía para que entre en negociaciones serias en busca de mejoras salariales, beneficios, condiciones de trabajo y medidas de seguridad aumentadas.
El sindicato había estado trabajando hacia un acuerdo con Starbucks pero afirma que el progreso se estancó luego de que Brian Niccol asumiera el cargo de CEO en septiembre. Como resultado, el sindicato presentó recientemente un cargo por prácticas laborales injustas contra Starbucks, acusando a la compañía de negarse a negociar de buena fe sobre asuntos económicos.
Por el contrario, Starbucks argumentó que las negociaciones terminaron prematuramente después de más de nueve sesiones y más de 20 días de negociación desde abril. La compañía declaró que no podía sostener las demandas salariales del sindicato, que incluyen un aumento inmediato del 64% en el salario mínimo por hora para los socios y un aumento del 77% durante un periodo de contrato de tres años.
Actualmente, Starbucks paga en promedio más de $18 por hora, con una compensación total, incluyendo beneficios, que equivale a $30 por hora para los baristas que trabajan al menos 20 horas semanales.
En una declaración reciente, Lynne Fox, presidenta de Workers United, criticó a Starbucks por no hacer inversiones inmediatas en los salarios de los baristas y por no resolver numerosas prácticas laborales injustas pendientes. Afirmó la determinación del sindicato de asegurar un contrato que reconozca a los baristas como socios genuinos.
El momento de esta huelga podría impactar significativamente a Starbucks durante la ajetreada temporada navideña. La compañía reportó débiles ganancias en el cuarto trimestre, con ingresos inferiores a las expectativas en un 3.2%.
El CEO Niccol, desde su reciente nombramiento, ha delineado sus prioridades, enfatizando un retorno a las fortalezas fundamentales de la compañía en el mercado estadounidense antes de expandirse internacionalmente. Sin embargo, su uso del jet corporativo para desplazarse de California a la sede de Starbucks en Seattle ha sido objeto de críticas por parte de muchos empleados.